Stericycle se dedica a encontrar opciones de recuperación sostenibles, respetuosas con el medio ambiente y conformes para todos los residuos que manejamos.
Ninguna opción de tratamiento único es óptima para todos los flujos de residuos debido a los diferentes perfiles y regulaciones.
Si bien reciclamos siempre que sea posible, los residuos sanitarios y peligrosos requieren un tratamiento especial debido al riesgo para las personas y el medio ambiente.
Para que los residuos sean seguros, las instalaciones de tratamiento y eliminación deben:
Todos los residuos, productos finales resultantes del proceso de incineración, se envían y tratan adecuadamente a los destinos finales apropiados.
Uno de los procesos para el tratamiento de residuos biopeligrosos es la autoclave.
Una autoclave es un dispositivo que esteriliza los residuos hospitalarios mediante calor húmedo bajo presión. Durante este proceso, el material contaminado se expone a una temperatura alta y en contacto con el vapor de agua, con ciclos sucesivos de compresión y descompresión para facilitar el contacto entre el vapor y los residuos. Cuando ha transcurrido suficiente tiempo, los posibles patógenos se destruyen o reducen a un nivel en el que no representan un riesgo, ya que la probabilidad de supervivencia de los microorganismos es casi nula.
Esta es una de las formas más efectivas de destruir microorganismos, a la que asociamos un paso de trituración adicional.
El final del proceso se gestiona de acuerdo con los principios de la jerarquía de gestión de residuos y la protección de la salud humana y el medio ambiente: favorece las operaciones de recuperación (transformación de residuos para servir a un propósito útil) a la eliminación (recuperación de energía, eliminación por incineración o vertedero).
Una postura ecológicamente responsable.
Puede encontrar diagramas y carteles sobre el tratamiento de residuos en nuestra sección de Recursos.